Un nuevo amanecer hace que el rocío de la
mañana de un septiembre húmedo, con brisas acariciantes y soñadoras, nos lleven
en el recuerdo al amanecer en que vio las primeras luces el sueño atesorado por
Manuel e Isabel, quienes añoraban contribuir con la educación de la Mesa de
Guanipa, a través de un colegio con perfil católico-cristiano y así abrió sus
puertas con gran humildad, propia del patrono y guía, cuyo nombre distinguirá
por siempre dicha Institución, este es "San Francisco de Asís".
Corrían ya los días del último trimestre del año 1.983, cuando con
ciento noventa (190) estudiantes de pre-escolar y primaria, tres (3) docentes,
dos (2) obreros, tres salones, una (1) oficina y un (1) baño para varones y
hembras, contando con el trabajo arduo de sus dueños quienes se ocupaban de la
Dirección y la Secretaría a la vez, se dio comienzo a esa noble tarea de
enseñar y orientar a los niños, que Dios había dispuesto colocar en las manos
de nuestra Institución.
Hoy después de treinta (30) años son
muchas las actividades cumplidas, los sueños realizados, pues a pesar de los
avatares que implica el quehacer educativo, son muchos también los sinsabores y
problemas que se han podido afrontar, pero con la ayuda de Dios y San Francisco
de Asís, se ha salido con bien y con la cabeza bien en alto, se sigue sin
desmayar buscando el logro de nuevas metas y nuevos proyectos con gran
satisfacción se han realizado veintiuna
(22) graduaciones de bachilleres, quienes están dispersos en todo el
territorio nacional, ya gran parte de ellos como profesionales, otros han
buscado nuevos horizontes en países extranjeros, pero la semillita sembrada por
el Colegio seguirá dando frutos para satisfacción de sus fundadores Manuel Moya
e Isabel Pegenaute, de los padres y representantes y todo el personal que
labora y ha laborado en el plantel.
Sin perder nunca la fe, seguirán Manuel e Isabel ondeando el
estandarte del “San Francisco de Asís”, contando con la ayuda del Todopoderoso,
de todo el personal que acá labora, de los padres y representantes, quienes han
depositado siempre su confianza en ellos.